sábado, 9 de abril de 2011

Relato de un paranoico.

El paranoico nunca está tranquilo; aún cuando siente que las cosas están finalmente bajo control y que nada puede salir mal, tal vez termine siendo él mismo el que desordene todo. Simplemente, porque no puede ni sabe convivir con esa sensación de paz.
El paranoico no encuentra paz en ningún momento: ni al despertar, ni conviviendo en su hogar, ni con sus seres queridos; menos que menos en la calle, o en un lugar público o lleno de gente; ni siquiera en el momento de acostarse, a pesar de saberse completamente solo.
No se trata de sentirse "perseguido", sino mas bien de tener la certeza de que "algo" va a ocurrir, más allá de que termine ocurriendo o no realmente; no hay que confundirlo con el pesimista, el pesimista sufre una suerte de "resignación" para con su fracaso, mientras que el paranoico lo siente inminente y lo sufre de maneras que el pesimista no lo haría; en ese punto el paranoico es muy ciclotímico.


Nunca, y cuando digo "nunca" es NUNCA, se está seguro.




El paranoico desconfía. No sé a ciencia cierta si es por cuidado, porque todos tienen algo contra él, no lo sé; sólo sé que desconfía. Se hace difícil para el paranoico llevar una vida normal; siempre va a pensar que todos van a clavarle un puñal por la espalda apenas tengan la oportunidad, sin importar que sea gente que lo aprecie de corazón, o un desconocido que le sonríe gentilmente en el colectivo.
Es difícil lidiar con el paranoico en situaciones cotidianas (siempre y cuando tenga su paranoia a flor de piel, es decir, sea un paranoico "activo"); funcionan mejor solos, aunque lo ideal es no enfrentarse a uno, ya que ahí es cuando volvemos realidad todas sus expectativas, y con tanta expectativa, los resultados pueden ser calamitosos en algunos casos.
Al paranoico le cuesta relacionarse, y muchas veces sentirá que a los demás les cuesta relacionarse con él (ya que forma parte de su paranoia); sin embargo, de alguna manera lo "necesita". La paranoia puede volverse un ciclo vicioso en el que el paranoico crea paranoias concernientes a su propia paranoia, y se vuelve sucesivamente más paranoico.




Aún a pesar de todo esto, hay algunos puntos rescatables del paranoico:
-SIEMPRE es cuidadoso o precavido, ya que el paranoico siente que el mundo se le va a caer encima de un momento a otro, y siempre está preparado para tales. Al esperar siempre lo peor de situaciones, el paranoico siempre va a estar listo para lo que sea que se le presente.
-El paranoico es detallista, por el simple caso de que cree que los demás van a encontrarle (tal vez sin buscarla) la quinta pata a lo que sea que haga, por lo que el paranoico se preocupa de que cualquier detalle en el que un ajeno pueda fijarse se encuentre dentro de los parámetros normales y no haya nada fuera de lo común ni desaliñado. Esto NO SIGNIFICA que el paranoico sea perfeccionista; simplemente es detallista.




Algo cómico es el paranoico con miedo a ser paranoico; el paranoico que no se reconoce como tal hasta que llega el momento en el que descubre que lo es; en ese momento siente que no va a poder confiar nunca más en nada ni en nadie, y va a vivir su vida perseguido por cosas que no son (pero podrían ser); es en este punto en el que el paranoico es casi intratable.


Formas caseras de tratar su paranoia:


-Siempre que se sienta perseguido por algo, deje lo que esté haciendo y dígase a sí mismo "No seas paranoico", y vuelva a plantear la situación desde 0; funciona la mayoría de las veces.
-Comparta sus pensamientos con alguien de confianza y pídale que le diga si está siendo paranoico o no; a veces otro punto de vista puede ser esencial para ver ciertas cosas.
-Sea suelto y viva ligero (haga todo lo que le plazca, a pesar de no estar seguro de ello; pruebe situaciones extremas (reales o ficticias) que de lo contrario jamás podría plantearse; rompa las reglas de vez en cuando!); vivir solo cuesta vida al fin, y así se consigue una cierta sensación de saciedad y satisfacción que da paz, y que el paranoico jamás podría sentir.


Y todo esto lo digo como un paranoico recuperado. (espero) ;)


"Dos cucharadas de té, lo revolvés y... Te lo tomás!" - Juan Manuel Alquezar
(Siempre me pregunté si le había salido mal, o si hay forma de servir el té en cucharadas y yo no lo sabía...)


Cheers! ^^ 

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